Bueno, pues sigo con libros de divulgación científica. Esta vez me he centrado en las matemáticas y así me he hecho con “El Enigma de Fermat” de Simon Singh, “El hombre anumerado” de John Allen Paulos, “Euler el maestro de todos los matemáticos” de William Dunham y la deliciosa novela “Tío Petros y la conjetura de Goldbach”de Apostolo Dioxiadis. Empiezo por esta última. La novela se lee casi del tirón y sirve para que conozcamos los nombres, al menos, de los principales matemáticos del siglo XX, introduciéndote muy superficialmente en el funcionamiento del estudio matemático institucional, basado en las universidades, todo al servicio de una historia o más bien la historia sirve de excusa para mostrarnos todo aquello. Muy recomendable para la gente a la que le guste o le haya gustado las matemáticas.
El resto de los libros son más divulgativos, con tono diferente. El hombre anumerado es una serie de escritos y denuncias sobre la falta de conocimiento matemático existente en la sociedad. Claro y ameno, pero poco más. Personalmente no me ha aportado nada salvo confirmar algo que ya sabía, de los conocimientos matemáticos se huye y, casi siempre, por temor. Una lástima, pero una gran verdad. Mejor sensación me han causado los otros dos libro, pese a no haberlo acabado. El libro sobre Euler es pura matemática y teoría de números, centrándose en las demostraciones de muchas de las aportaciones en esta materia del célebre Euler. Duro si no se tienen conocimientos matemáticas pero reconfortantes si se es de los que siempre le ha gustado la materia. En mi caso particular, este libro ha servido para poner en evidencia mi clara oxidación en matemáticas. ¡Y mira que no se me daban nada mal en mis tiempos de instituto!
El último libro trata el enigma de Fermat. A partir de la demostración conseguida del mismo en 1993 el autor hace algo de historia en torno a la teoría de número y el inicio de las matemáticas, pasa por algunos de los matemáticos más célebres de la historia, incluído el propio Fermat, relaciona algunos de los fracasos en abordar dicha demostración para acabar centrado en la figura de Andrew Wise que fue quien finalmente consiguió demostrar el último teorema de Fermat. Hasta el momento esta resultando muy entretenido