viernes, 29 de febrero de 2008

La Cicatriz, de China Mieville



La cicatriz

China Mieville

Aprovechando los saldos de La Factoría de Ideas me hice, entre otros, con esta novela de la que había leído siempre muy buenas críticas. No tantas como con La Estación de la Calle Perdida, pero como esta no estaba en los saldos . . .

Y creo que comparto totalmente el sentir de la mayoría. No solamente por el mundo que Mieville crea sino porque posee una prosa fácil pero detallada que permite avanzar, casi devorar el libro, pese a ser un buen tochito. Con párrafos muy cortos, en ocasiones, pero tremendamente exactos y efectivos, la narración avanza sin descanso. Sin embargo, por buscar algún pero, es cierto que la incertidumbre de la primera mitad de la historia consigue mayores cotas de interés que el desarrollo final donde, ya conocido el leiv-motiv de la historia, con menor incertidumbre por tanto, esta pierde parte de ese interés.

Resulta curioso, por otro lado, que después de conseguir armar una historia como esta, con esa capacidad narrativa ya mencionada, esa original historia y esos personajes, el autor peque de simpleza al acabar poniendo en boca de la protagonista explicaciones de las motivaciones de algun personaje que debería haber sido capaz de expresar solo con sus actos, dejando a la imaginación y capacidad del lector decidir sobre estas. Es complicado explicarlo, sin revelar nada de la historia, pero me llamó la atención que el autor recurriese a ese barato artificio como si se sintiera inseguro respecto a su escritura y temiese que el lector no hubiese entendido determinadas motivaciones. Hubiese quedado más elegante y, sobre todo, más acorde con todo lo anterior, que el autor se hubiese esmerado un poco más en determinados puntos si de verdad quería asegurarse de que el lector comprendiera esas situaciones y motivaciones. Realmente, queda un poco burdo y artificial, sin que por ello desmerezca nada la novela pero si llama la atención cuando la calidad media de todo lo anterior es la que es.

domingo, 24 de febrero de 2008

El huevo Ingenioso, de James McClure

Poco a poco, en los últimos tiempos, y sin proponérmelo, noto que la novela negra ha ido entrando entre mis habituales lecturas, pero sin que ello implique que me esté convirtiendo en un seguidor del género.

Aunque desde siempre he leído novela negra, de misterio y de detectives (valga esta variedad de calificativos para, si cabe, graduar el género), esta se limitaba a los clásicos (de alguna forma he de llamarlos), con los Holmes, Poirot, Spade, Marlowe, . . . No fue hasta que la casualidad me puso delante a toda una hornada de "mujeres que cuentan crímenes" (expresión que tomo prestada de Jiménez Losantos, de forma totalmente apolítica) que empecé a interesarme por el género en su vertiente moderna. Así, las Sue Grafton, Donna Leon (mi preferida), Patricia Çornwell, Mary Higgins Clark, . . . me redescubrieron el género (y al mismo tiempo me aseguraron un montón de lectura para bastante tiempo). A partir de ahí, ya fue cosa mía encontrarme con autores ya consagrados (Lawrence Block, hace relativamente poco, por ejemplo) u otros más actuales (Boris Akunin, Daniel Pennac, Elvin Post, . . . )

Dos matizaciones, una, suspenso total en el género de creación patrio, algo a lo que de una u otra forma habré de poner remedio; otra, me considero lego en esto de la novela negro como género de ahí que se haya de disculparme las simplistas descripciones o catalogaciones que hago del mismo (que si novela negra, que si de misterio, que si detectives . . . ). Sé que la novela negra va más allá de la novela de policías y de detectives, sin embargo todavía no siento interés en embarcarme en esas aguas. Por ejemplo, este fin de semana he leído en dos sitios distintos muy positivas críticas de "Tannöd, el lugar del crímen" de Andrea María Schenkel, pero a mí esa novela negra, esos derroteros, todavía no me atraen, preciso que el investigador, el policía, el detective, el ladrón, me lleven de la mano por la historia.

Toda esta perorata, que me está saliendo algo larga, viene a cuento de mi última lectura, "El huevo ingenioso", de James McClure, en la edición de 1988 de Editoria Jucar (aunque me consta se ha editado recientemente en bolsillo, creo que como "El huevo con truco"). McClure fue un autor sudafricano, aunque residente en Inglaterra la mayor parte de su vida (allí murió en 2006), que escribió una larga serie de novelas protagonizadas por el teniente Trop Kramer, blanco, y el sargente Mickey Zonda, negro de la tribu zulú, que se desarrollan en la Sudáfrica del Apartheid. Para poder ser publicado en su país, se nota que no criticaba directamente el racismo y el sistema imperante en aquellos años, pero resulta más que evidente, según se lee la novela, su clara postura contraria a aquel sistema.

Lo mejor de la novela son los personajes, protagonistas de la serie, los cuales han de mantener las formas que impone el apartheid (aunque queda clara la postura de ambos al respecto). Aunque en este sentido, resulta más evidente la crítica en la otra pareja de policías que también aparece en la novela, tambien blanco y negro, una especie de Piernodoyuna y Patán, sangrantemente cómicos y patéticos).

El estilo de McClure es eminentemente narrativo, la trama (las tramas) no son excesivamente complicadas ni enrevesadas y el avance de la investigación no se base en la capacidad fuera de lo común de los protagonistas. Se trata únicamente de dos profesionales, que se complementan perfectamente, y que se dedican a hacer bien su trabajo. Esa naturalidad, ese realismo, se realza con la incorporación a mitad del libro de una segunda trama, independiente de la primera, que también ha de ocupar el tiempo de trabajo de los protagonistas

No abusa del retrato psicológico de los personajes, algo que cansa un poco en otras obras. Los vida fuera del libro de los protagonistas va presentándose sucintamente, lo justo para hacerse una idea pero sin caer en el exceso.

Si algún pero he de ponerle, es a la traducción. En algunos pasajes, se pierde el sentido de lo que se dice, cuesta seguir el significado de la conversación . No es que abunden, en general se lee muy bien, pero los poquitos que hay resultan muy evidentes (por ejemplo, cuesta seguir la conversación de Kramer y profesor de Literatura Inglesa en torno al sentido de Hamlet).

En definitiva, una obra recomendable. No es de esas que te enganchan y no puedes dejar de leer, pero tampoco de las que se te eternizarán en las manos.

Libros, libros, libros


7.- El huevo ingenioso, de James McClure


(los libros de 2008)

miércoles, 20 de febrero de 2008

Libros, libros, libros

  1. Kafka en la Orilla, de Haruki Murakami
  2. Polvo de estrellas, de Isaac Asimov
  3. Fima, de Amos Oz
  4. Perdida en un buen libro, de Jasper Fforde
  5. La desaparición de Majorana, d Leonardo Sciascia
  6. Las corrientes del espacio, de Isaac Asimov
(del 2008)

martes, 19 de febrero de 2008

Jack Staff: El héroe más grande de Gran Bretaña


Que suenen The Clash, vamos con Jack Staff de Paul Grist.

Editado por Recerca Editorial recopila los 5 primeros número del Vol. 2
del personaje publicado por Image. Es de suponer que antes o después
editen también los números del volúmen I, en b/n y autoeditado por el
autor.

Hagámoslo fácil, es un buen comic, un comic entretenido, con una buena
historia y unos buenos personajes. Y es que tenemos de todo,
superhéroes, vampiros, supervillanos, policías, el ejército, equipos de
acción paranormal, robots,... (solo faltaría el consabido gorila
asesino, pero para eso recomiendo los nuevos números de Morrison en JLA:
Classiffied). Todo muy en la línea de los héroes y comics británicos que
también tuvieron su edad dorada.

Es una buena historia porque es una aventura entretenida, no
excesivamente estereotipada (¡!) y con unos personajes bien definidos.
Quizás se eche en falta un mayor pulso narrativo y que la propia
narración-o algún artificio expresivo, pictórico o similar- permitiese
identificar en qué momento temporal se encuentra la historia (existe
historias del pasado que se entrecruzan con las del presente y son
presentadas directamente con un cartelito “20 años antes”) si bien
tampoco desentona mucho con el tono de narración elegido. De esa forma,
la presentación de muchos de los personajes casi en plan ficha se admite
sin excesivo “cante” en el tono normal de la obra

El dibujo podría encuadrarse en la “técnica cartoon” pero alejado de la
mera caricatura. Ahora bien, los fondos brillan por su ausencia y creo
que aquí deberían haber sido fundamentales. La historia se desarrolla en
una hipotética “Castledown” que sin embargo carece por completo de
protagonismo ni personalidad, y es una lástima. Hubiese sido un buen
artificio el poder desarrollar y describir con detalle esa ciudad de
nuestro superhéroe. Sabemos que existe porque la citan y punto. Un poco
al estilo del Starman de Robinson; bueno, es pura reflexión personal
pero hubiera dotado al conjunto de más solidez. Y es que en este “comic
de sh” se precisa mayor “abundancia de dibujo”. Por ejemplo, en su otra
obra, Kane, más policíaca y género negro, puede permitirse con mayor
motivo esa concrección en una figura humana olvidándose por completo de
lo que le rodea, pero en Jack Staff no funciona igual de bien, aquí
prima, o debería primar, el espectáculo (también se ha de tener en
cuenta que Kane está bastante inspirada, a mí me lo parece, en el Sin
City de Miller). Por cierto, que las historias de Jack Staff en
principio nacieron para ser protagonizadas por el Capitán Britannia y
cuando todo aquello de Marvel UK se fue al garate decidió reconvertirla
a este Jack Staff

La edición de Recerca, hasta el momento y por los comics que ya han
pasado por mis manos, no es mala. (sobre todo acostumbrados como estamos
últimamente a ediciones deplorables). En el caso de Jack Staff creo que
le hubiera venido mejor una hoja menos gruesa, el dibujo, el estilo, el
color y el propio comic se lo hubieran agradecido, creo yo (además que
supongo que hubiera salido algo más barato, que esa es otra, al final
los 5 números salen por casi 16 eypos)

En definitiva, recomendable, comic entretenido y bien trenzado. Hay
cosas peores en el mercado :-))

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lunes, 11 de febrero de 2008

Libros, libros, libros

Concluída la lectura de
  • Perdida en un buen libro, de Jasper Fforde
he iniciado