Cuando Alice se subió a la mesa
Jonathan Lethem
Ed. Mondadori, Barcelona 2003
Descubría a Lethem con “La fortaleza de la oscuridad”; no solo el título sino también las aficiones e incluso el argumento de la novela está relacionado con el comic de superhéroes. Pero no se trataba de algo coyuntural, es una gran novela.
Auspiciado por esta novela leí la que creo es su primera novela en castellano “Huérfanos de Brooklyn (2001)”. Y la sensación seguía siendo magnífica, incluso mejor que con la fortaleza.
Con esos precedentes, resultaba bastante obvio que habría de completar las lecturas con esta Alice, publicada entre ambas. Pero sin embargo, la sensación producida ha sido otra. No sé muy bien qué he leído. Puede ser ciencia ficción con ribetes antropológicos o a la inversa. Vayamos por partes.
Creo que el principal obstáculo con el que me he encontrado ha sido el del argumento, que en ningún momento me convencía. Los personajes no los hacía míos. Sin embargo, en algunos puntos he disfrutado de la prosa de Lethem. No tanto en los diálogos de los ciegos, que por lo leido en Internet en uno de los puntos que más destacan los lectores de la novela (¿surrealistas? No sé dónde ven surrealismo en esos diálogos) sino en algunos puntos de la novela, por ejemplo, aquellos donde el protagonista parece perder el control (bien por las circunstancias, bien por el alcohol como en la fiesta del final de la novela), donde Lethem, solo con los diálogos y sin necesidad de acudir a descripción alguna es capaz de transmitirnos el estado en el que se encuentra el personaje.
A medida que iba avanzando en la novela (que se deja leer muy bien) reconocía aspectos de la física aplicados a la historia que nos estaba contando. No sé si esta era la intención del autor, aplicar las teorías físicas a una historia de personas pero esa sensación se tiene durante casi toda la novela, pero además con éxito.
Mi opinión, he disfrutado menos que leyendo sus otras dos novelas, pero no es una obra que merezca desdeñarse. Lethem es un autor que nos hará disfrutar en el futuro. Su inventiva, capacidad y estilo lo convierten en una de las mejores voces de la literatura contemporánea americana.
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