domingo, 17 de diciembre de 2006

LAS PUERTAS DE ANUBIS

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Las Puertas de Anubis de Tim Powers

No recuerdo muy bien por qué empecé a interesarme por Tim Powers . El caso es que me puso a analizar sus distintos libros y finalmente me decidí por este que, creo, es el primero que publicó en España.

Hagámoslo difícil. El libro va de viajes en el tiempo pero también de licatropíá, de antiguos dioses egipcios, pero también de la poesía y la literatura del romanticismo inglés, de bandas de ladrones en la Londres de primeros del XIX pero también de magia. ¿Convencidos? Pues he de decir que no he mentido ni un ápice. Obviamente, trata todos estos temas aunque cada uno en su correspondiente y exacta medida, todo ello para conseguir una novela de aventuras, amenas, sin grandes pretensiones y cuya lectura en momentos te embarga y te lleva como si de unos rápidos se tratara aunque en otros puntos se notaban demasiado los remanso del río.

Uno de los problemas, quizás, que tuve con el libro es que no llegué nunca a familiarizarme con el protagonista y eso hizo que me mantuviera como un mero espectador por lo que la lectura, al final, me resultó muy superficial. No es mal libro, no está mal escrita pero en este tipo de aventuras el autor ha de conseguir que el lector las viva. En mi caso no lo consiguió y aunque lo pasé bien no quedará en los más altos estantes de mis recuerdos.

Texto de contraportada:

Brendan Doyle, un profesor de literatura especializado en el romanticismo inglés, es invitado a dar una conferencia sobre Coleridge y a viajar al Londres de 1810 para encontrarse con él. Pero su viaje se complica de forma inesperada y acaba varado en el pasado, prisionero de una compleja red de intrigas que transforman su vida en una pesadilla. Las puertas de Anubis, verdadera obra de culto de la fantasía, es una de las historias de viajes en el tiempo más elegantes jamás contadas, así­ como una prodigiosa novela de aventuras repleta de acción, imágenes inolvidables y continuos destellos de un finí­simo sentido del humor.

ERRATA

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Solo una cosa me atrevo a decir después de haber leído esta especia de memorias intelectuales del considerado último gran humanista y es que si yo hubiera tenido el tipo de profesor o de enseñanza que preconiza Steiner estoy seguro de que mis derroteros hubieran podido ir por otro camino.

Con el tiempo, uno va formándose una imagen bastante exacta de lo que supuso y el nivel que tuvo sus distintos ciclos formativos. Y digo que con el tiempo porque este incorpora ( o puede incorporar) experiencias y conocimientos que enriquezcan la crítica. Personalmente, mi paso por la Universidad he acabado viéndolo como un simple proceso necesario para incorporarme al mundo laboral. Intelectualmente no me aportó nada, ni me condicionó, ni aleccionó de ninguna otra forma que la simple recepción de datos, memorización y evaluación de lo memorizado. Mis recuerdos de aquellos años son todos extra-formativos (ya me entendéis). Quizás salvaría el año de Dirección Estratégica donde, he de reconocer, la profesora (en cualquier momento recordaré su nombre) demostró que la enseñanza exige algo más de esfuerzo. No me resultó raro que acabara en una buena Universidad de Madrid.

Como decía, el libro es una suerte de memoria intelectual donde, con la excusa de distintas etapas de su vida, aprovecha a hablar de sus gustos, sus experiencias con los clásicos y, en definitiva, sus distintas pasiones. Una obra para degustar en pequeñas dosis aunque en algunos puntos, he de reconocer, se hizo un poco pesado y denso (especialmente cuando toca temas sobre el judaísmo y su significado en el mundo)

No es un libro fácilmente recomendable pero existe gente que lo disfrutará enormemente.

"Es posible que gran parte de la 'biblioteca' de mi padre, de su 'plan de estudios', basado en la suprema y cáustica certeza de que, ante Homero o Goethe, Beethoven o Rembrandt, lo demás es de segunda fila, aún me condicionen o me limiten. Como su escepticismo hacia la acción política directa".

George Steiner

domingo, 10 de diciembre de 2006

El Bruto, Solo Miseria; de Eric Powell

Tiene muchas cosas buenas encuentros como los de la ChupiCómic. Por ejemplo, es habitual que algunos lleven comics de los que tienen pensado desprenderse para que los disfruten/sufran alguno de los contertulios de este grupo. Así, resolviéndole problemas de espacio al amigo Briker (gracias, Pedro :-D) cayó en mis manos este comic, El Bruto, de Eric Powell.

La verdad es que desconocía el comic (o al menos no lo recordaba) y si lo elegí fue, además de porque eran prácticamente el único que quedaba J, porque el dibujo se me hizo bastante interesante. Y después de haberlo leído mantengo que es lo mejor, o lo menos malo, del comic.

No diré que la historia sea la típica de monstruos y no-muertos aunque sí son monstruos y no-muertos. Apunta un toque de originalidad al situarlo en un ambiente gansteril años 20, pero más allá de eso, las historias me han parecido bastante simples. No entiendo muy bien el premio Eisner 2005 a la mejor serie regular y mejor publicación de humor. Pero vamos, no me parece a mí que Powell con esta obra vaya a proclamarse como el guionista del momento (todos sabemos que ese privilegio corresponde a Bendis :-DD). Cierto es que algo de humor ácido y negro hay, pero o yo soy muy exquisito o me parece bastante burdo.

El dibujo, por el contrario, me ha convencido algo más. Aunque en un principio parecía un estilo muy cartoon (lo cual, en mi opinión, no sería nada malo ), al final se ha revelado como algo más evolucionado hacia un estilo de dibujo muy de los años 70 (sobre todo con las criaturas sobrenaturales). Tras un primer vistazo puede adivinarse, incluso, dos estilos contrapuestos, por un lado el que utiliza para los monstruos, no-muertos y demás especimenes y por otro el que usa en el resto de personajes que pululan por el comic. Mientras que el estilo para las monstruos y criaturas similares es muy Bernie Wrightson, el otro estilo es claramente deudor de Will Eisner y es precisamente ese estilo el que más me ha gustado de Eric Powell.

Y es que me atrevería a decir que Eric Powell podría ser un muy buen dibujante de Spirit si en algún momento buscaran a alquien que fuera fiel al estilo del Maestro. Creo que Powell podría conseguirlo.

En definitiva, nada nuevo bajo el sol en cuanto a la historia, correcto ritmo narrativo y estilo con posibilidades (me han gustado unos pasajes que, a modo de flashback, ha permitido ver unas cuantas páginas a lápiz). Aprobado/Aprobado alto (creo que Norma va ya por el tercer tomito)

Los fantasmas de Batman

Aunque ahora pueda parece extraño, hasta los 70´s no era excesivamente normal que los comics acreditaran a sus autores. Así, por ejemplo, en el “Showcase presents Phantam Stranger” que salió hace algunos meses varios de los números incluídos aparecen sin créditos y desde la misma editorial se informa de esa situación (e incluso se incluye una dirección para cualquier información que pudiera darse al respecto)

Imaginad por tanto, durante la edad de oro, la cantidad de autores anónimos, responsables del actual status de la práctica totalidad de los iconos de sh de hoy en día, que no tienen o han tenido su justo reconocimiento (aunque en la medida de lo posible, el fandom , como gusta llamarlo Roy Thomas, se preocupa en descubrir a todos esos autores hoy todavía desconocidos)

Y si hay un caso especial ese es el de Batman. Bob Kane fue un tipo con suerte. Para la historia es el creador de Batman, pero la suerte no estuvo ahí sino en ser acreditado como único creador de Batman cuando resulta que los aspectos más interesantes del hombre murciélago fueron obra del guionista Bill Finger, a quien acudió en busca de ayuda cuando le encargaron un personaje publicable para aprovechar el éxito de Superman en Action Comics (Bill Finger nunca fue acreditado, incluso al principio trabajaba directamente a suelo de Bob Kane. Solo tras su muerte Bob Kane se atrevió a reconocer que “quizás” parte de la creación de Batman debiera reconocérsele a él).

La situación que indicaba al principio permitió a Bob Kane contar con multitud de “fantasmas” encargados del aspecto creativo del Hombre Murciélago, al principio (igual que Finger) a sueldo del propio Kane aunque luego fueran integrados en la editorial. Fueron aquello “fantasmas” en gran medida los responsables del éxito del personaje con su estilo y sus ideas (como veremos) y bien merecen que poco a poco hayan sido rescatados del olvido y se les haga justicia (por ejemplo, han podido enmendar su situación económica con la venta de sus portadas clásicas, pero actualizadas).

Destaquemos algunos cuantos:

SHELDOM MOLDOFF: Comenzó en 1938 y ya ayudó en los DC#30y #35 (recordemos que Batman nació en el DC#27). Ser “fantasma” de Kane le permitió trabajar para otras editoriales y así pudo trabajar con Hawkman, Flash, dibujar la portada inicial de Green Lantern . . . (recordad que en aquella época estos personajes eran propiedad de All American Comics mientras que Batman se editaba en la National Periodical. Ambas se fusionarían más adelante).

Pero entre 1953 y 1968 fue el principal “fantasma” de Kane en todas las serie de Batman de las que se encargaba.

Pero no se quedan ahí sus relaciones con el personaje. Suya fue la idea de crearle a Batman un compañero juvenil, el Robin que todos conocemos. Obviamente, Bob Kane nunca le reconecería esta creación.

Su estilo no fue excesivamente brillante pero sí muy cumplidor. Casi siempre respetó el estilo de Kane, que era precisamente por lo que le pagaban.

JERRY ROBINSON: Empezó a trabajar más o menos al mismo tiempo que Moldoff y a él debemos el personaje del Joker. Como ya pasara con Moldoff, Bob Kane nunca le reconoció esta creación, que él se atribuiría.

Con rotulaciones de George Roussos, Robinso perfiló la imagen de Batman. Suyas son las muñequeras, el batcinturón, la capa (hasta entonces una especie de alas), . . . Su calida hoy en día no pasa desapercibida.

Abandonó el personaje para dedicarse a otros comics durante los 50´s y acabó dedicándose a la caricatura política. También escribió algunos libros sobre la historia de los comics.

DICK SPRANG. Merecería un altar ya que fue el auténtico renovador del personaje y responsable directo de su éxito. Teóricamente se le contrató para imitar el trabajo de Robinson que a su vez cobraba para imitar el trabajo de Kane. Afortunadamente ni uno ni otro siguieron esos caminos sino que fueron innovando y aportando su propia perspectiva al personaje lo que les permitió brillar con luz propia.

Sprang estiliza el personaje, es el primer en darse cuenta y utilizar las posibilidades gráficas y estilísticas de la capa, . . . fue sin duda el mejor autor que tuvo Batman en aquellos años, sus dibujos consiguen un ritmo narrativo no visto hasta la fecha, experimenta con encuadres nunca vistos, etc. Creatividad y fluidez que nunca antes había tenido Batman. Sus trabajo, además, se vieron agrandados por el buen hacer de Charles Paris a las tintas.

OTROS DIBUJANTES:

Lew Sayle Schwartz: Se incorporó en 1947 y estuvo dibujando Batman hasta 1953. Suya es, por ejemplo, toda la historia de Capucha Roja, recuperada hace pocos años en Las aventuras de Batman

Jack Buntley: Procedente del mundo de las tiras de prensa fue utilizado como autor de relleno.

Charles Paris: Ya le hemos mencionado como entintador aunque fue principalmente responsable de las tiras de prensa

Jim Mooney: Dibujó Batman durante los 40´s y 50´s aunque su principal trabajo lo desarrollaría con Supergirl. Llegó a dibujar algún Amazing Spiderman

Winslow Mortimer: Empezó a dibujar en 1945 aunque fue utilizado fundamentalmente como autor de portadas

Pero hubo más. En algún sitio leí que Carmine Infantino también tuvo que dibujar Batman, más o menos en la misma época que Sprang.

Bueno, ahí queda todo.

barbapapá (= peterlorre)

Semana del Comic ciudad de Avila





domingo, 3 de diciembre de 2006

ChupiComic 2006

Magno acontecimiento esta Feria del Comic de Madrid para los tertulianos de es.rec.comics (entre los que me encuentro) ya que constituye la excusa para la anual reunión (o quedada, usted elige), que alcanza ni más ni menos que su cuarta edición.

La mañana del sábado se dedicó a una visita a la citada expocomic (mercadillo del comic más que otra cosa) para hacer algunas comprar. En ese sentido, tengo la sensación que las compras fueron inferiores a años anteriores. En mi caso solo un muñeco de cuerda del genial Bender, aunque he de reconocer que no me decidí con unos cuantos "Leyendas de Batman", de lo que he estado arrepintiéndome todo el fin de semana.

Después, comida en el tradicional "mejicano" (testigo de las 4 ediciones) y tarde dedicada a la Fnac para completar el mordisco a la Visa. Después, un servidor se volvío para la ancha Castilla aunque la reunión continuó ( y seguro que todavía un muy buen rato)

Es de agradecer estas reuniones de gentes que se ha conocido a través de internet gracias a una afición común y consiguen mantenerse como una tradición. En fín, que todo continúe así, yo lo paso estupendamente en esas quedadas