Hace escasos días me recordaban en una conversación de Internet a este personaje, protagonista de un ciclo bastante apreciado entre los seguidores del fantástico kitsch. La referencia me llevó a intentar recordar cosas del género fantástico mexicano de los años 50 y 60 con el que me topé siguiendo la obra de Boris Karloff (actuaría en sus últimos años en algunas películas de este género local) Y aunque tenía una ligera idea del cine mexicano de luchadores enmascarados (El Santo y demás) me sorprendió encontrarme con una tan variada producción de películas que daban cabida no solo a luchadores, sino extraterrestres, vampiros, momias, robots, brujas, etc.
En la Revista Cinefagia anotaban la posible razón de esta suerte de cine B mexicano de los años 50 y 60, como respuesta al desplome que la industria cinematográfica mexicana sufrió ante el incremento de películas americanas producidas para intentar competir con la televisión, obligando a esta a sobrevivir en el bajo presupuesto.
De entre estas, existen varias películas que perviven no solo por el interés que el género todavía despierta en el aficionado sino por reunir, pese a la barata factura que las creo, unos aceptables niveles de calidad. Películas como Santo contra la Mujeres Vampiro o El Barón del Terror son claros exponentes de ello.
No ocurre así con la trilogía a la que nos queremos referir (fuera de esta trilogía el personaje perviviría en otras producciones como Las Luchadoras contra la momia azteca, segunda película de Las luchadoras que dirigiría René Cardona y a la cual me hacía referencia ACEGE hace escasos día y me dio pie a este texto y otras como Las momias de Guanajuato). El ciclo lo formarían:
La maldición de la momia azteca (fotogalería de la película )
Curiosas a más no poder. Si a la primera es probable que le sobrara una hora de su metraje de 90 minutos, la tercera, de 60 minutos, dedica los primeros 30 a resumir las dos primeras películas en forma de flashback y utilizando imágenes de aquellas. Vamos, que si solo se ha de ver una película, decántense por esta última y así disfrutarán de toda la trilogía además de disfrutar como enanos de ese robot "humano" :-))
Serían rodadas casi al unísono y estrenadas una detrás de otra. Como decíamos no será la calidad el aspecto más distintivo de este ciclo sino en su carácter psicotrónico y más por el aspecto de "rara avis" dentro del género y el candor de su realización y de su producción que por cualquier otro atributo más serio y propio de una crítica cinematográfica. Hombre, tampoco quiero decir que sean las peores películas que uno pueda encontrarse, pero las hay mejores, no nos engañemos. Se mantienen como películas de culto de un género autotóctono, el fantástico mejicano, del que saldría el hoy justamente reconocido Guillermo del Toro. Pese a todo, ahí están, resistiendo en el imagenio del fan (acérrimo, eso sí) pero con su pequeño altar y constante devoción. Con la mente muy abierta, un disfrute seguro :-)))
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