lunes, 22 de agosto de 2005

Lecturas de un Rodríguez (y 2)



MUERTE EN LA FENICE. DONNA LEON
Hace un año o así decidí probar con la nueva novela negra de la que tanto y tan bien se está hablando en los últimos años (lo reconozco, hasta entonces fui muy tradicional y clásico en este género). Pero, no me preguntéis por qué, decidí buscar libros escritos por mujeres ( mujeres que escriben sobre crímenes, creo que las denomina Jiménez Losantos). Así, el primer libro fue Acqua Alta, de Donna Leon . La razón, sencilla; yo, aficionado a la ópera, no pude resistirme cuando al leer la contraportada el caso afectaba a una famosa soprano.
Así, la pasada semana, cuando me lancé al departamento de bolsillo de mi librería y me encontré con la primera historia del “dottore” Brunetti (curiosamente, en torno a un famoso director de orquesta) volver a probar resultaba la elección más fácil (pese a que mi intención era probar nuevos autores).
Y volví a disfrutarla. Mantengo que parte del éxito de estas novelas residen en conseguir dotar de personalidad al protagonista y en esta serie se consigue prácticamente desde la primera página. Pausado, padre de familia y esposo, veneciano por encima de todo,... el comisario Brumetti consigue resolver los casos sin grandes aspavientos, con dedicación y sagacidad.
No existe grandes dosis de acción, ni falta que le hace. La calidad de la obra reside en que sin una americana estructura de bestseller, consigue engancharte desde la primera página impidiéndote que puedas dejar de leer hasta el final (esta obra, por ejemplo, la leí en la tarde del Sábado con mínimos descansos)
Desde la humildad de un comisario de Venecia se consigue compartir sus pensamientos y sentimientos y se le acompaña por una ciudad que adora (sentimiento que Donna Leon sabe transmitir) sin por ello renunciar a la crítica en la forma de ser de sus ciudadanos o su país.
Creo que es una de esas lecturas en las que se puede decir que uno se sumerge para no emerger hasta su página final

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