lunes, 23 de abril de 2007

X-men de Roy Thomas y Neal Adams

La cantidad de comic americano que se ha publicado es enorme, no creo que esto nadie me lo discuta, y a la calidad del mismo muy variable. Existe desde cosas absolutamente olvidables a verdaderas obras maestras. Estas últimas, más o menos, son bastante conocidas y quién más y quién menos las tiene controladas.

Entre medias, sin embargo, se quedan un montón de arcos, de etapas, de historias, que, salvo que alguien te las descubra uno no tiene la oportunidad de disfrutar. Quizás algunas sean más fácilmente reconocibles (por ejemplo la etapa que quiero reseñar en este mensaje) y otras a lo mejor no lo son tanto (por poner un ejemplo, la etapa de Hulk con guiones de Roy Thomas y dibujos de Herb Trimpe, que calculo será recogido a partir del Hulk Masterwork #5- se iniciaría en el The incredible Hulk #120)

¿A dónde quiero llegar?. Bueno, la novedad está bien, existen buenas etapas, buenos guionistas, buenos dibujos, etc pero también cada vez se re-edita más material y, no se trata de comprar solo por completar, pero está bien que de vez en cuando un recuerde esas etapas que uno ha disfrutado para que los restantes tengan algo más de información para decidir sobre ellas.

Los x-men (antes de Uncanny) disfrutarron de una primera etapa editorial que llegó hasta el número 66, sin pena ni gloria. Pero ello no quita que alguna de esa etapa, pre-relanzamiento, no merezca algo de atención. En concreto, de los últimos números, entre el 56 y el 63 contaron con guiones de Roy Thomas y dibujos de Neal Adams, creando un comic que en nada desmerece a lo que años después conseguiría Claremont poniendo a los mutantes a la cabeza del Universo Marvel.

Se inicia estos números con una doble trama, por un lado relacionada con el Monolito Viviente y por otro con la aparición de nuevos Centinelas, amenazas ambas que se fusionan en una única historia y que confluyen con esa evocadora viñeta, obra maestra de Adams, con los Centinelas dirigiéndose hacia el sol. Va encadenandos historias con Saurón, Ka-Zar, Magneto, Sunfire, la reaparición de Xavier y Hulk. Obviamente, estos últimos números están condicionados por la amenaza de cierre que se cernía sobre la serie, que se materializó en el números 66, pero el dibujo de Neal Adams siempre merece la pena. Desde el punto de vista del guión destacaría sobre todos esos primeros 4 números relacionados con los centinelas (el #56 pone final a la saga anterior y esta sería los 3 siguientes, hasta el 59)

Lo que más me llama la atención de esta etapa es que uno se pone a leerla y nota desde el primer número (para mí, el mejor dibujado) que son historias que han envejecido con gran dignidad, pese a tratarse de una franquicia que para casi el mundo tebeístico no nacería hasta 6 años después (hombre, llama la atención que se acuse a los rayos cósmicos de los poderes mutantes).

Otra cosa que noté releyendo estos números es que cada vez me saben peor las ediciones en blanco y negro. Está bien para hacerse por medios económicos con grandes etapas de determinados personajes (así lo he hecho yo tanto con los Essentials de Marvel como los Showcase de DC) pero está claro que a estas alturas ya estoy del todo inclinado a rascarme un poquito más el bolsillo y optar siempre por los Masterworks de Marvel y los Archives de DC. El problema es que estos (sobre todo DC) andan todavía en etapas de años muy tempranos y hay que tener cierta paciencia hasta llegar años más interesantes , pero todo se andará.

Las re-ediciones de estos números serían el X-men Masterworks # 6 (recopila #54-#66) y el X-Men Visionaries (recopila los números dibujados por Neal Adams, #56-#63 y el #65)

Barbapapá (disfrutando del día de la comunidad; sino de qué narices iba a tener tiempo de escribir anoche este mensaje)

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